80 Grados… qué calorrrrrrrrrrr!!!

Ya sé, ya sé. Tanto me quejé por el maldito frío y traer cuatrocientas capas de ropa, que ahora no debería quejarme por el calor inmundo que hace. Todos me dicen: “deberías de estar acostumbrada, vienes de México”. Pues no, les digo, ni vivo en el desierto ni vivo en la selva, no tengo porqué estar acostumbrada al calor. Además, después de año y medio de sombras, por muy acostumbrada que estuviera…
Y por otra parte, creo que el calor húmedo es mucho peor. Es bochornoso, pegajoso, sudoroso, no te secas jamás.
Eso y por increíble que parezca hace mas calor en el jardín que adentro de la casa, así que solamente me limito a ver para afuera a través de la ventana y espero con impaciencia a que baje el sol… a las 8 de la noche.