Miedos

Ya van cinco o siete veces que empiezo a escribir una entrada nueva y nada sale. Ahí tengo los drafts pero no me atrevo a seguir. No se si es miedo a ni poder seguir escribiendo, a sacar todo lo que llevo dentro, a no tener palabras para decir lo que quiero decir o terror a contemplar todos esos fantasmas que desde hace unas semanas decidieron venir a visitarme y no se van.

La soledad, por ejemplo. Solíamos convivir las dos en algo que podría decirse era perfecta armonía. Yo creía que su compañía me hacía bien, que me daba la oportunidad de desarrollar mi creatividad, mi mundo interior, hasta mi ingenio. Que la necesitaba porque todo era mas fácil así. Que no necesitaba a nadie mas, sólo a mí misma, a mis libros, a mis sueños, sueños que por defender a mi soledad a toda costa se han ido perdiendo en el río de mi vida.

Y ahora, a los 27 años siento que lo único que quiero es escapar de ella. Quiero, necesito ser independiente de ella y no puedo. No sé si será porque me sentía muy segura, pero ahora que se ha dado cuenta de que quiero alejarme se ha tornado francamente violenta. Se ha encargado todos los días, a todas horas mientras estoy despierta, de hacerme saber que nunca se va a ir, que no puedo vivir de otra manera, que no voy a encontrar algo mejor. Trato de no escucharla, de no creerle, pero no puedo. Entre la desesperación y la tristeza, trato de ver por encima de su hombro, a través de la ventana, porque no me deja pasar.

Me grita y no puedo escuchar otra cosa que su voz. Solamente se tranquiliza cuando me canso y parece que me doy por vencida, entonces se sienta junto a mí y me dice que todo está bien, que lo que estoy sintiendo pasará, que las cosas volverán a ser como eran antes, que volveré a ser feliz como era. Pero entonces los ojos se me llenan de lágrimas una vez mas porque se que nada está bien, que lo que siento no pasará, porque siempre estuvo ahi en el fondo y a veces surgía pero juntas, mi soledad y yo, lo acallábamos, pero esta vez no quiere callarse tampoco, grita mi soledad, diciéndome que no me vaya, que así estoy bien, que si salgo voy a sufrir, y  mi corazón por otro lado diciéndome que vale la pena, que será mejor ahora antes de que sea demasiado tarde, que sólo así merece la pena vivir.

Y escuché a mi corazón, salí a la luz del Sol y ésta me cegó, creí que había encontrado a alguien, parecía que todos los miedos eran injustificados, pero muy pronto me dí cuenta de que estaba equivocada. Y ahora estoy fuera de la cueva que me protegió durante tanto tiempo. Me siento desprotegida, casi desnuda, el frío y el viento me arañan la piel, y aun así no puedo dejar de mirarlo, y me duele, y quisiera huir, correr muy lejos, y aunque la entrada a la cueva está a unos pocos pasos no me decido a entrar de nuevo. Puedo oír que desde el interior mi soledad me repite una y otra vez: “Te lo dije, te dije que esto iba a suceder, que solo ibas a sufrir. Aquí dentro las lágrimas se habían secado para siempre, ya no había miedo ni nada. Estabas bien.”

Y sí, recuerdo cuando todo estaba en calma. Cuando no había preocupaciones ni dolor. Cuando no deseaba con todo el corazón que esa persona me quisiera; y aun así sé que no puedo volver atrás. Sé que esta vez tengo que aprender esa lección no aprendida, que precisamente ahora no puedo entenderla pero que es importante. Me doy cuenta de la ironía con la que Dios respondió a mis oraciones: quería volver a sentir, y aquí estoy, sumergida en un mar profundo, arrastrada de un lugar a otro por corrientes y remolinos. Parece que todos los sentimientos estaban esperando pacientemente a que se abriera una brechita para entonces abalanzarse todos a la vez e invadirme, inundarme.

Pero estoy agradecida, a pesar de todo. Cada vez que mi cabeza queda debajo del agua, alguien me da la mano y me ayuda a salir para respirar de nuevo. Escucho todas sus palabras y las entiendo, pero mi corazón is running riot y él se niega a escucharnos, a mis amigos y a mí. I didn’t want to nurse a broken heart ever again, but I will have to, I have to now. Aunque ahora tengo miedo de quedarme en este pozo más del tiempo necesario. How long is enough?

One thought on “Miedos

  1. Sharif says:

    Dicen que la verdadera tragedia no es morirse sino no haber vivido, y sentirse vivo implica salir de la caverna donde no hay lágrimas. Pero esto ya lo sabes. Así es que hay que seguir intentando, y la única forma de encontrar lo buscado es jugándosela. El amor solo es para quienes están dispuestos a vivirlo.
    Un abrazo, espero que pronto dejes de tener frío.

Leave a comment